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terça-feira, 19 de março de 2013

Simples assim...


" O problema é que muitas vezes as pessoas não querem 

sair, né? "

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Presidenta Dilma,culpando as vítimas em Petrópolis e pedindo “medidas Drásticas”

Que tal exigir exame de saúde mental para presidentes de nações sul-americanas ?



18/03/2013
 às 16:01

Depois de comandar difamação do papa, Cristina, a Louca, tenta transformá-lo num chavista

Estamos acostumados à falta de limites de Luiz Inácio Lula da Silva. Com frequência, vai muito além do razoável — ou do “rasoavel”, segundo a ortografia ora consagrada pela Escolinha do Professor Mercadante (ver post) —, escalando a montanha na megalomania com incrível agilidade. Mas ainda não é páreo para Cristina Kirchner, a presidente da Argentina. Resisto a ver traço de loucura em governantes; quase sempre, agem por método mesmo. No caso desta senhora, no entanto, a suspeita de patologia — progressiva — se mostra a cada dia mais plausível.
Ela esteve com o papa Francisco, depois de seus arruaceiros na Internet, liderados por Horacio Verbtisky, terem tentado difamar, inutilmente, o Sumo Pontífice. Como jogar o povo argentino contra o papa? O jornalista-pistoleiro Verbitsky já havia dado a senha em um de seus textos, ao lembrar o caso das Malvinas. Cristina cobrou a intermediação do papa na questão, a favor, é evidente, do pleito argentino. Quando apenas cardeal, Jorge Bergoglio chegou a dizer que as ilhas pertencem a seu país de origem.
Mas ele é agora um pastor universal. E certamente tem mais o que fazer do que se ocupar dessa questão. O papa pode, e até deve, se oferecer como mediador de conflitos. Mas a mediação, por definição, não tem lado. Cristina, a Louca, pretende agora usar as Malvinas como uma espécie de teste para o novo papa. O resultado é conhecido: o Reino Unido não vai abrir mão do controle das ilhas. Venceu, inclusive, uma guerra, provocada por uma ditadura moribunda e violenta.
O governo argentino soltou uma nota oficial sobre o encontro. É um tijolaço, que reproduzo, na íntegra, no pé deste texto. Destaco dois trechos que remetem àquela loucura à qual me referi.
Papa transformado num chavistaNas palavras de Cristina, o papa foi transformado, assim, numa espécie de chavista com  o sumo manto sacerdotal:
“(…) O papa me falou da Pátria Grande, da América Latina e do papel que estão cumprindo os diferentes governantes da América Latina. Disse que era formidável o que estavam fazendo esses governantes, trabalhando unidos para a Pátria Grande — empregou esse termo, o que definitivamente me comoveu. Era o termo que empregavam San Martín e Bolívar”.
ComentoÉ possível que, até por gentileza, o papa realmente tenha se referido aos esforços dos vários governos e coisa e tal ou mesmo à tal “Pátria Grande”, mas certamente não para endossar violências institucionais dos tiranetes bolivarianos. Que “Pátria Grande bolivariana” é essa? O que Bolívar ou San Martín dizem ao Brasil, por exemplo?, que ocupa 47% da América do Sul e 40% da América Latina?
Curioso! Segundo os vagabundos que Cristina mobilizou para atacar o papa, Francisco pertenceria a um grande complô para dominar a América Latina e enfraquecer esses magníficos governantes. Agora, depois da visita, segundo entendi, o papa já começou a falar com sotaque chavista. A loucura segue adiante. Cristina decidiu se comportar como a sua psicóloga ou juíza:
“Eu o vi sereno, eu o vi seguro, eu o via em paz, tranquilo, e poderia dizer que eu o vi ocupado e preocupado com a imensa tarefa de conduzir o Estado do Vaticano, com o compromisso de mudar as coisas (…)”
Cristina, que não tem problema nenhum, como se sabe, sugere que o papa está com uma imensa tarefa pela frente. Não se duvide! Ela própria, que está com os ombros leves e a alma tranquila, pelo visto, se ofereceu para ser sua confessora.
Minha solidariedade ao povo argentino. É claro que isso não vai acabar bem. Abaixo, a íntegra do aloprado comunicado oficial do governo.
*
La Presidenta pidió al Papa su intermediación en la cuestión Malvinas
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó que solicitó al papa Francisco “su intermediación para lograr el diálogo entre las partes” y que “se cumplan las múltiples resoluciones de las Naciones Unidas”. Dijo que le impactó que el Papa le habló de la Patria Grande.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó que solicitó al papa Francisco su intermediación para lograr el diálogo en la cuestión Malvinas, “un tema muy sentido para nosotros, los argentinos”, acotó.
La Jefa de Estado brindó una declaraciones a los periodistas tras ser recibida en audiencia por el Papa Francisco,  y luego de compartir un almuerzo a solas con su Santidad, en la residencia Santa Marta, lugar que habita el Santo Padre hasta que  se reacondicione el albergue oficial destinado a los papas.
Recordó además “lo que nos tocó vivir, mucho más dramático, en 1978, entre la Argentina y Chile” que tenían dos dictaduras, la de Pinochet y de Videla y que llevó “a punto de un enfrentamiento bélico por el Canal Beagle”.
 “En aquel momento por la intermediación de Juan Pablo II, a través del cardenal (Antonio) Samoré se llegó a un entendimiento que fue plebiscitado en democracia, que fue el Acuerdo del Beagle”.
Ahora, destacó la Presidente hay “una oportunidad histórica diferente, más favorable” pues el Reino Unido y la Argentina tienen gobiernos democráticos. “No hay peligro de ninguna naturaleza bélica, más allá de la militarización del Reino Unido en el Atlántico Sur” dijo y puso de relieve quela Argentina “es un país más que pacífico”.
Explicó que la solicitud es “que se  cumplan las múltiples resoluciones de las Naciones Unidas para sentarnos al dialogar, le pedimos su intermediación para lograr dialogo entre las partes”, precisó.
La Jefa de Estado señaló la necesidad en un mundo globalizado, complejo, que “comencemos todos los que tenemos responsabilidades en el mundo, que se cumplan las resoluciones de las Naciones Unidas, organismo madre que agrupa a todos los países del mundo”. Se deben cumplir las más de veinte resoluciones de la ONU, del Comité de descolonización, de los foros internacionales como la Celac, la Unasur, la de los países africanos en su Declaración de Malabo.
“Estamos reclamando el diálogo  y le hemos pedido a Francisco que interceda para que ese diálogo entre el Reino Unido y la Argentina pueda llevarse a cabo”.
Luego la Presidenta sostuvo que el propio Papa sacó un tema de conservación que “me impactó mucho y muy bien. Me habló de la Patria Grande, de Latinoamérica y del rol que están cumpliendo los distintos gobernantes de América Latina. Dijo que era formidable lo que estaban cumpliendo los distintos gobernantes, trabajando unidos para que la Patria Grande –utilizó ese término-,  me conmovió definitivamente, era el término que utilizan san Martin y Bolívar, me dijo”.
“Veo muy bien unidad de ustedes trabajando por la Patria Grande” le expresó el Sumo Pontífice.
La Presidenta comentó que quería trasmitir a los periodistas europeos lo que significa el término Patria Grande, “para un argentino y un latinoamericano escuchar en boca del Papa el término Patria Grande  y sobre todo quienes pensamos de determinada manera; me impresiono mucho”, así que “redoblarte esfuerzos para seguir en estas dirección”, afirmó.
Luego explicó que otro tema de conversación durante el almuerzo a solas en la residencia Santa Marta fueron temas que “él siempre se interesó y nosotros también, porque son puntales en política en materia laboral: la  trata de persona en general y especialmente la esclavitud. Le expliqué la política que desarrollamos; somos querellantes en muchas causas de trabajo esclavo. Hay una gran compromiso de Francisco en la lucha contra el trabajo esclavo y trata de personal con la cual nos sentimientos absolutamente identificados”.
Sostuvo que en ese punto coincidieron en que “no es un fenómeno contemporáneo; hace a la condición humana el hecho de que haya gente que tengan es actitud hacia su prójimo. Debemos combatir fuertemente los que tenemos responsabilidad; él también ha dicho que ha sido constante”, en su vida.
La Presidenta dijo que además lo invitó a visitar la Argentina, teniendo en cuenta, además, que no  solamente es el jefe de la Iglesia católica, apostólica y romana; es el jefe de Estado Vaticano” y explicó que para concretar la visita requiere de dos invitaciones: por parte del Estado que lo invitó y su representante, en este caso la Presidenta, y de  la conferencia Episcopal del país al cual lo ha invitado. “Todos sabemos en julio estará en Brasil en el encuentro mundial de la juventud” y además tiene adelante una multiplicad de tareas. “Quedamos en que vamos a seguir trabajando sobre esa fecha”  para la visita a la Argentina.
Luego la presidenta brindó su impresión personal por el encuentro con el Papa, que dijo, resume en tres palabras:  “lo vi sereno, lo vi seguro, lo vi en paz ,tranquilo,  y podría decirle lo vi ocupado y preocupado por lo que va a hacer la inmensa tarea de conducción el Estado Vaticano, con el  compromiso de cambiar las cosas que él sabe , que son las demandas que ha interpretado; se ha empezado en ver y se verán en políticas que el oportunamente decidirá. Lo vi rtanquilo, sereno en paz”, afirmó.
Por Reinaldo Azevedo

Uma porção pequena de embromação e ponto ou melhor: 560 pontos e pronto!


19/03/2013
 às 14:58

Estudante usa o Método Mercadante, dá truque no Enem, ensina corretor a fazer macarrão em redação e tira 56% da nota. É a revolução educacional da era Dilma! Ou: Tese de Mercadante também é um miojo

O professor Aloizio Mercadante é ministro da Educação. Não está no Brasil. Acompanhou a presidente Dilma na viagem à Itália, na missa de entronização do papa Francisco, a quem a presidente decidiu dar algumas aulas. Ela considera que pode ensinar o papa a ser papa. Essa gente é muito sabida e preza o conhecimento.
O Globo já revelou que redações do Enem que trazem maravilhas como “rasoavel”, “enchergar” e “trousse” mereceram nota máxima no Enem. Na edição de hoje, o jornal informa que um outro texto, de 24 linhas, trazia 4 destinadas a ensinar o corretor a cozinhar um miojo. Assim, do nada… Tema da redação: movimentos imigratórios para o Brasil no século XXI. Ok, já é uma boçalidade!
O pior não é a coisa em si, mas a justificativa do MEC, como vocês verão abaixo. O órgão também defendeu o critério que permite a um aluno tirar nota máxima, mesmo estropiando a inculta e bela — sob a gestão Mercadante, mais inculta do que bela.
Leiam post da VEJA. com. Volto depois.
O Instituto Nacional de Estudos e Pesquisas Educacionais Anísio Teixeira (Inep), autarquia do Ministério da Educação (MEC) responsável pelo Exame Nacional do Ensino Médio (Enem), tentou justificar, por meio de nota, a pontuação obtida pelo estudante que, na edição de 2012 do Enem, ensinou em sua redação como se prepara um macarrão instantâneo. Para o Inep, o candidato “não fugiu ao tema proposto”. E, embora tenha dedicado um parágrafo da redação à receita, “não teve a intenção de anular sua redação, uma vez que dissertou sobre o tema e não usou palavras ofensivas”. A avaliação pedia que o aluno escrevesse sobre movimentos imigratórios para o Brasil do século XXI.
O estudante, que não teve o nome divulgado, fez uma dissertação de 24 linhas, sendo que quatro delas foram utilizadas exclusivamente para ensinar os corretores da prova a preparar macarrão instantâneo. “Para não ficar muito cansativo, vou agora ensinar a fazer um belo miojo, ferva trezentos ml’s de água em uma panela, quando estiver fervendo, coloque o miojo, espere cozinhar por três minutos, retire o miojo do fogão, misture bem e sirva (sic)”, escreveu. Mesmo com o deboche, o candidato conseguiu 560 pontos dos 1.000 possíveis na prova.
O teor da redação foi divulgado em reportagem da edição desta terça-feira do jornal O Globo. Na segunda-feira, o jornal também informou que estudantes que obtiveram notas máximas na redação do Enem 2012 cometeram erros grotescos de ortografia, tais como “trousse”, “enchergar” e “rasoavel”.
De acordo com o Inep, a presença da receita no meio do texto do participante foi detectada e considerada inoportuna e inadequada, provocando forte penalização, especialmente nas competências três (selecionar, relacionar, organizar e interpretar informações) e cinco (elaborar proposta de intervenção para o problema abordado). No entanto, o Inep justificou que o aluno obteve nota superior a 50% porque “a análise dos corretores é feita sobre o todo, com foco no conjunto do texto, e não em cada uma de suas partes”.
Quando as notas dadas pelos dois corretores têm discrepância superior a 200 pontos, um terceiro avaliador é acionado. Contudo, no caso do estudante, essa opção não foi sequer necessária visto que os avaliadores concordaram com sua pontuação.
VolteiTanto nesse caso como no das redações com aqueles erros absurdos de ortografia, vocês sabem muito bem o que aconteceu. É provável que o corretor não tenha lido porcaria nenhuma. Passou os olhos no texto, por cima… Leu o primeiro parágrafo, um qualquer lá do meio e o último. E pronto! Estava tudo resolvido. A redação, meus caros, e isso já é um absurdo, vale 50% da nota do Enem.
Faz sentido. Diria que esse candidato usou, em muitos aspectos, o MMAI — Método Mercadante de Ascensão Intelectual. Por quê? Relembro a história.
No dia 16 de agosto de 2006, este blog surpreendia o mundo (!!!) com o postMercadante doutor pela Unicamp? É mentira!. Pois é… Estava lá na sua biografia que era doutor, e ele repetia essa inverdade no horário eleitoral. Teve de se corrigir logo depois, acrescentando que havia cursado apenas “um ano”, sem entregar a tese. Ah, bom!  Era um falso doutor. Em dezembro de 2010, ele corrigiu a questão no “cartório” da Unicamp. Apresentou a tese. Escrevi a respeito. Continua um falso doutor.
Como vocês devem ter lido à época, ele apresentou uma “tese” sobre o… governo Lula! Convidou para a banca Delfim Netto, João Manoel Cardozo de Mello, Luiz Carlos Bresser Pereira e Ricardo Abramovay. E deitou falação à vontade em defesa das conquistas do governo Lula, em tom de comício, atacando, como não poderia deixar de ser, o governo FHC. Até os camaradas ficaram um tanto constrangidos e se viram obrigados a algumas ironias. Informou a Folha então (em vermelho):
Coube ao ex-ministro Delfim Netto, professor titular da USP, a tarefa de dar o primeiro freio à pregação petista. “Esse negócio de que o Fernando Henrique usou o Consenso de Washington… não usou coisa nenhuma!, disse, arrancando gargalhadas. “Ele sabia era que 30% dos problemas são insolúveis, e 70% o tempo resolve.” Irônico, Delfim evocou o cenário internacional favorável para sustentar que o bolo lulista não cresceu apenas por vontade do presidente. “Com o Lula você exagera um pouco, mas é a sua função”, disse. “O nível do mar subiu e o navio subiu junto. De vez em quando, o governo pensa que foi ele quem elevou o nível do mar…”
“O Lula teve uma sorte danada. Ele sabe, e isso não tira os seus méritos”, concordou João Manuel Cardoso de Mello (Unicamp), que reclamou de “barbeiragens no câmbio” e definiu o Fome Zero como “um desastre”. À medida que o doutorando rebatia as críticas, a discussão se afastava mais da metodologia da pesquisa, tornando-se um julgamento de prós e contras do governo. Só Luiz Carlos Bresser Pereira (USP) arriscou um reparo à falta de academicismo da tese: “Aloizio, você resolveu não discutir teoria…”. Ricardo Abramovay (USP) observou que o autor “exagera muito” ao comparar Lula aos antecessores. “Não vejo problema em ser um trabalho de combate”, disse. “Mas você acredita que o país estaria melhor se as telecomunicações não tivessem sido privatizadas?”
Ridículo
Mercadante, um homem destemido, comprovadamente sem medo do ridículo, não teve dúvida: respondeu à questão — ou melhor: não respondeu — atacando o preço dos pedágios em São Paulo!!! E saiu de lá com o título de “doutor”, conquistado com uma peroração de caráter puramente político. E ATENÇÃO PARA O QUE VEM AGORA.
COMO SABEM TODOS OS JORNALISTAS DE ECONOMIA DESTEPAIZ, Mercadante se esforçou brutalmente ao longo de 2003 para derrubar Antônio Palocci. Não houve repórter da área a quem não tenha dado um off pregando o que se chamava, então, “Plano B” na economia. E, agora, faz-se doutor defendendo o que combateu. Um portento.
O miojo de Mercadante
A tese de doutorado do Mercadante está para a teoria econômica como a receita de miojo está para o tema da redação do Enem: trata-se de um mero truque. É a espiral negativa, entenderam? O mau exemplo vem de cima e vai se imiscuindo na sociedade, girando em torno do eixo da enganação. De cabo a rabo.
Por Reinaldo Azevedo

Crônica, um gênero brasileiro

Segunda-feira, 8/10/2007
Crônica, um gênero brasileiro
José Castello  
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Nas fronteiras longínquas da literatura, ali onde os gêneros se esfumam, as certezas vacilam e os cânones se esfarelam, resiste a crônica. Nem todos os escritores se arriscam a experimentá-la, e os que o fazem se expõem, muitas vezes, a uma difusa desconfiança. Para os puristas, a crônica é um "gênero menor". Para outros, ainda mais desconfiados, não é literatura, é jornalismo – o que significa dizer, simples registro documental. Alguns acreditam que ela seja um gênero de circunstância, datado – oportunista. Não é fácil praticar a crônica.

Definida pelo dicionário como "narração histórica, ou registro de fatos comuns", a crônica ocupa um espaço fronteiriço, entre a grandeza da história e a leveza atribuída à vida cotidiana. Posição instável, e nem um pouco cômoda, em que a segurança oferecida pelos gêneros literários já não funciona. Lugar para quem prefere se arriscar, em vez de repetir. A crônica confunde porque está onde não devia estar: nos jornais, nas revistas e até na televisão – e nem sempre nos livros. Literatura ou jornalismo? Invenção, ou uma simples (e literal) fotografia da existência? Coisa séria, ou puro entretenimento?

Supõe-se, em geral, que os cronistas digam a verdade – seja o que se entenda por verdade. Não só porque crônicas são publicadas na imprensa, lugar dos fatos, das notícias e da matéria bruta, mas também porque elas costumam ser narradas na primeira pessoa, e o Eu sempre evoca a idéia de confissão. E ainda porque vêm adornadas, com freqüência, pela fotografia (verdadeira!) de seu autor.

Então, se o cronista diz que foi à padaria, ou que esteve em uma festa, aquilo deve, de fato, ter acontecido, o leitor se apressa a concluir. É uma suposição antiga, que vem dos tempos do Descobrimento, quando os cronistas foram aqueles que primeiro transformaram em palavras a visão do Novo Mundo. Cronistas eram, então, missivistas empenhados em dizer a verdade, retratistas do real.

Contudo, e esse é seu grande problema, mas também sua grande riqueza, a crônica é um gênero literário. Não é ficção, não é poesia, não é crítica, e nem ensaio, ou teoria – é crônica. As crônicas históricas do passado, relatos de viajantes e de aventureiros, pretendiam ser apenas um "relato de viagem". Aproximavam-se, assim, do inventário, do registro histórico e do retrato pessoal, e ainda da correspondência. Essas narrativas estavam mais ligadas à história que à literatura. Tinham, antes de tudo, um caráter utilitário, pragmático: serviam para transmitir aquilo que se viu.

No século XIX, com a sofisticação dos estudos históricos, e também com a expansão da imprensa, a crônica se afastou do registro factual e se aproximou da literatura e da invenção. Nossos primeiros grandes cronistas – Alencar, Machado, Bilac, João do Rio – foram, antes de tudo, grandes escritores. Eles descobriram na crônica o frescor do impreciso e o valor do transitório. E a praticaram com regularidade e empenho.

Gênero brasileiro
Mas foi ao longo do século XX que a crônica se firmou entre nós, assumindo posturas e feições realmente próprias. É no século XX que ela se torna – nas mãos de cronistas geniais como Rubem Braga, Paulo Mendes Campos, Carlos Oliveira, Sérgio Porto, Rachel de Queiroz, Fernando Sabino, Henrique Pongetti – um gênero brasileiro. Ou, dizendo melhor: que ela se adapta e se expande no cenário da literatura brasileira.

Isso não fala, contudo, nem de uma identidade, nem de um modelo. Ao contrário: o que marca a crônica brasileira é que, em nossa literatura, ela se torna um espaço de liberdade. Qual escritor brasileiro, no século XX, teve o espírito mais livre que Rubem Braga? Quem mais, desprezando as normas e pompas literárias, e com forte desapego aos cânones e aos gêneros, apostou tudo na crônica – vista como um gênero capaz de jogar de volta a literatura no mundo?

A grande novidade da crônica que se firmou ao longo do século XX no Brasil é exatamente esta: sua radical liberdade. Embora abrigada nos grandes jornais e depois reunida em livros, ela já não tem compromisso com mais nada: nem com a verdade dos fatos, que baliza o jornalismo, nem com império da imaginação, que define a literatura. A crônica traz de volta à cena literária o gratuito e o impulsivo. O cronista não precisa brilhar, não precisa se ultrapassar, não precisa surpreender, ou chocar; ele deseja, apenas, a leveza da escrita.

Gênero anfíbio, a crônica concede ao escritor a mais atordoante das liberdades: a de recomeçar do zero. Quando escreve uma crônica, o escritor pode ser ligeiro, pode ser informal, pode dispensar a originalidade, desprezar a busca de uma marca pessoal – pode tudo. Na crônica, ainda mais que na ficção, o escritor não tem compromissos com ninguém. Isso parece fácil, mas é freqüentemente assustador.

Pode falar de si, relatar fatos que realmente viveu, fazer exercícios de memória, confessar-se, desabafar. Mas pode (e deve) também mentir, falsificar, imaginar, acrescentar, censurar, distorcer. A novidade não está nem no apego à verdade, nem na escolha da imaginação: mas no fato de que o cronista manipula as duas coisas ao mesmo tempo – e sem explicar ao leitor, jamais, em qual das duas posições se encontra. O cronista é um agente duplo: trabalha, ao mesmo tempo, para os dois lados e nunca se pode dizer, com segurança, de que lado ele está.

Na verdade, ele não está em nenhuma das duas posições, nem na da verdade, nem na da imaginação – mas está "entre" elas. Ocupa uma posição limítrofe – e é por isso que o cronista inspira, em geral, muitas suspeitas. Os jornalistas o vêem como leviano, mentiroso, apressado, irresponsável. Os escritores acreditam que é preguiçoso, interesseiro, precipitado, imprudente, venal até. E o cronista tem que se ver, sempre, com essas duas restrições. Uns o tomam como uma ameaça à limpidez dos fatos e ao apego à verdade que norteiam, por princípio, o trabalho jornalístico. Outros, por seus compromissos com os fatos e com as miudezas do cotidiano, como um perigo para a liberdade e o assombro que definem a literatura.

E assim fica o cronista, um cigano, um nômade a transitar, com dificuldades, entre dois mundos, sem pertencer, de fato, a nenhum dos dois. Um errante, com um pé aqui, outro ali, um sujeito dividido. E o leitor, se tomar o que ele escreve ao pé da letra, também pode se encher de fúria. Como esse sujeito diz hoje uma coisa, se ontem disse outra? Como se descreve de um jeito, se ontem se descreveu de outro? Onde pensa que está? Quem pensa que é? Mas é justamente essa a vantagem do cronista: ele não se detém para pensar onde está, ou no que é; ele se limita a sentir e a escrever.

O cronista conserva, desse modo, os estigmas negativos que cercam a figura do forasteiro – aquele que sempre desperta desconfiança e em quem não se deve, nunca, acreditar inteiramente. Vindo sabe-se lá de onde, inspira uma admiração nervosa – como admiramos os mascarados e os clowns, sempre com uma ponta de insegurança, e um sorriso mal resolvido no rosto. Errante, ele nos leva a errar – em nossas avaliações, em nossas suposições. Uns o vêem, por isso, como um trapaceiro; outros, mais espertos, aceitam aquilo que ele tem de melhor a oferecer: a imprecisão.

Censuramos aos cronistas de hoje sua falta de rigor, seu sentimentalismo, seu apego excessivo ao Eu, seu lirismo, sua falta de propósitos. O que faz um sujeito assim em nossos jornais? – pensam os jornalistas. O que ele faz em nossa literatura? – pensam os escritores. Rubem Braga relatou, certa vez, que seus amigos escritores lhe cobravam, sempre, um grande romance – grande romance que, enfim, nunca chegou a escrever. Braga tentava lhes dizer que o romance não lhe interessava, mas só a crônica. E os amigos tomavam essa resposta como uma manifestação de falsa modéstia, ou então de preguiça. Nunca puderam, de fato, entender a grandeza de que Braga falava.

Numa conversa com Rubem Braga, republicada agora em Entrevistas(coletânea recém-lançada pela Rocco), Clarice Lispector lhe diz: "Você, para mim, é um poeta que teve pudor de escrever versos". E diz mais: "A crônica em você é poesia em prosa". Sempre a suspeita: de que, no fundo, o cronista é um tímido, alguém que se desviou do caminho verdadeiro, alguém que não foi capaz de chegar a ser quem é. Depois de lembrar a Clarice que já publicara alguns poemas, Braga, ele também, talvez por delicadeza, ou quem sabe seduzido pelos encantos da escritora, termina por ceder: "É muito mais fácil ir na cadência da prosa, e quando acontece de ela dizer alguma coisa poética, tanto melhor".

Figura exemplar
Depois da explosão de gêneros promovida pelo modernismo do século XX, o cronista se torna – à sua revelia, a contragosto – uma figura exemplar. Transforma-se em um pioneiro que, entre escombros e imprecisões, e sempre pressionado pelo real, se põe a desbravar novas conexões entre a literatura e a vida – sem que nem a literatura, nem a vida venham a ser traídos. Figura solitária, o cronista se torna, também, uma presença emblemática, a promover simultaneamente dois caminhos: o que leva da literatura ao real, e o que, em direção contrária, conduz do real à literatura.

Há na literatura contemporânea um sentimento que, se não chega a ser de impotência, até porque grandes livros continuam a ser escritos, é, pelo menos de vazio. O modernismo esgarçou parâmetros, derrubou clichês, tirou do caminho um grande entulho de clichês, de formas gastas, de vícios de estilo. Depois de Kafka, Joyce, Proust, depois de Clarice e de Rosa, como continuar a ser um escritor? Como prosseguir em um caminho que, depois deles, se define pela fragmentação, pela dispersão, pelo vazio – exatamente como nosso conturbado mundo de hoje? O escritor já não pode mais conservar a antiga postura de Grande Senhor da escrita. Ele deixou de ser o Mestre da Palavra, para se converter, mais, em um aprendiz.

O escritor foi empurrado de volta a um ponto morto – ponto de recomeço, lugar fronteiriço que se assemelha, muito, ao ocupado pelos cronistas. Foi lançado, de volta, às perguntas básicas. Por que escrevo? O que é escrever? De que serve a literatura? Posição que, com as devidas ressalvas, podemos chamar de filosófica: pois parte das perguntas fundamentais, aquelas que, desde os gregos, definem a filosofia.

Eis a potência da crônica: sustentar-se como o lugar, por excelência, do absolutamente pessoal. Os líricos, como Vinicius, se misturam aos meditativos, como Carlinhos Oliveira, ou aos filosóficos, como Paulo Mendes Campos. Clarice praticava a crônica como um exercício de assombro; Rachel, como um instrumento para desvendar o mundo; Sabino, como um gênero de sensibilidade. Cada um fez, e faz, da crônica o que bem entende. Nenhum cronista pode ser julgado: cada cronista está absolutamente sozinho.

Terreno da liberdade, a crônica é também o gênero da mestiçagem. Haverá algo mais indicativo do que é o Brasil? País de amplas e desordenadas fronteiras, grande complexo de raças, crenças e culturas, nós também, brasileiros, vacilamos todo o tempo entre o ser e o não-ser. Somos um país que se desmente, que se contradiz e que se ultrapassa. Um país no qual é cada vez mais difícil responder à mais elementar das perguntas: – Quem sou eu?

Gênero fluido, traiçoeiro, mestiço, a crônica torna-se, assim, o mais brasileiros dos gêneros. Um gênero sem gênero, para uma identidade que, a cada pedido de identificação, fornece uma resposta diferente. Grandeza da diversidade e da diferença que são, no fim das contas, a matéria-prima da literatura.

Nota do Editor
Texto gentilmente cedido pelo autor. Originalmente publicado no suplemento literário Rascunho, em setembro de 2007. 

Dez anos depois o ódio supera a racionalidade... No Iraque 50 pessoas morrem e 150 foram feridas por ataques terroristas


Ataques matam 50 no Iraque, dez anos após início da guerra

Atualizado em  19 de março, 2013 - 11:04 (Brasília) 14:04 GMT
Policiais iraquianos examinam os restos de um carro-bomba no bairro Cidade Sadr, em Bagdá (Reuters)
Explosões atingiram áreas xiitas da capital iraquiana
Pelo menos 50 pessoas morreram após uma série de explosões de carros-bomba e militantes suicidas em áreas xiitas de Bagdá, capital do Iraque, segundo informações das autoridades.
Fontes policiais informaram à BBC que mais de 150 pessoas ficaram feridas na capital e arredores.
Os ataques ocorreram na véspera do décimo aniversário da campanha liderada pelos Estados Unidos no Iraque.
Nenhum grupo assumiu a responsabilidade pelas explosões, mas correspondentes no Iraque afirmam que um grupo insurgente sunita afiliado à Al-Qaeda aumentou o número de ataques ultimamente, em uma tentativa de desestabilizar o governo do primeiro-ministro xiita Nouri al-Maliki.

Postos de fiscalização

Os primeiros ataques desta terça-feira ocorreram na hora do rush da manhã, com bombas explodindo perto de áreas lotadas, incluindo um mercado, restaurantes com mesas nas calçadas e pontos de ônibus.
Depois destas primeiras explosões, jornalistas da BBC ouviram outra grande explosão. A polícia relatou mais carros-bombas em uma cidade ao sul da capital.
A polícia também informou sobre três dispositivos explosivos improvisados que explodiram e mais disparos na região da cidade de Kirkuk, no norte do país.
Segundo a agência de notícias AFP, os ataques ocorreram mesmo com o aumento das operações de segurança em Bagdá, incluindo a instalação de novos postos de fiscalização.
A guerra no Iraque, iniciada em 20 de março de 2003, levou à queda do regime do presidente Saddam Hussein, que foi executado em 2006.
A violência no país atingiu seu auge entre 2006 e 2007 e, desde então, registrou uma queda.
Entretanto, a insurgência sunita continua, com uma média de mais de 300 pessoas mortas por mês no país.
Na segunda-feira, um total de dez carros-bombas explodiram, segundo as autoridades.

O Papa recebe Cristina Kirchner


segunda-feira, março 18, 2013

segunda-feira, 18 de março de 2013

Um resumo da história dos royalties nos orçamentos de Campos dos Goytacazes...



segunda-feira, março 18, 2013

A evolução da receita dos royalties e dos orçamentos de Campos nos últimos 20 anos: por uma Comissão da Verdade para apurar o que fizeram com o nosso dinheiro dos royalties!

O blogueiro recebeu pedidos de diversas pessoas para que fornecesse dados sobre a evolução orçamentária e das receitas dos royalties nos últimos anos.

Há algum tempo, o blogueiro deixou de acompanhar em detalhes, o debate sobre a elaboração do orçamento, mas, mesmo, sem maiores aprofundamentos, manteve olhares sobre a sua execução orçamentária, identificando, alguns absurdos e outras impropriedades, em relação à as prioridades e também sobre a evolução do custeio, da chamada máquina pública, assim como, os custos de licitações, projetos, obras e serviços contratados, quase que na mesma proporção das receitas dos royalties.

Ao observar os dados abaixo (os grandes números do orçamento e da receita dos royalties) muitas coisas ficam claras. Aliás, já eram claras, bem antes deste momento, de certo desespero, pela possibilidade concreta da perda de uma boa parte da receita dos royalties.

Desde 2001, quando este atual blogueiro começou a debater o orçamento e exigir no Ministério Público Estadual que as câmaras e as prefeituras da região, cumprissem seu dever de abrir à população o debate sobre seu orçamentos, os problemas agora, relembrados, já eram evidentes, para aqueles que tinham olhos com interesse de enxergar.

Em 2004, quando deixou de participar do debate no legislativo municipal, sobre a elaboração do orçamento, para não mais legitimar, a farsa, já que todas as discussões e negociações para alterações e aperfeiçoamento do orçamento eram depois, solenemente ignoradas, este blogueiro ainda permaneceu por um bom tempo, elaborando anualmente, o estudo "Radiografando o orçamento de Campos - Raio X"  por mais uns três ou quatro anos,  divulgados, sistematicamente, aqui neste espaço.

A seguir o blogueiro passou a se ater a notas no blog sobre as propostas orçamentárias. Em dezembro de 2010, aqui, o blog, mais um vez fez uma compilação destes dados, comparando o orçamento total, às receitas dos royalties do petróleo, chamando a atenção para as graves distorções.

Assim, agora, neste momento em que o debate se volta fortemente ao tema, buscando avaliar o que estas receitas podem ter trazido de positivo ao município, e também, as oportunidades desperdiçadas, é interessante voltar a observar as tabelas com os orçamentos do município de Campos dos Goytacazes, nestas duas últimas décadas, período de 1994-2013.

É bom frisar, que os valores dos orçamentos anuais usados na planilha abaixo são da Lei Orçamentária Anual (LOA)  aprovada pela Câmara Municipal e não do orçamento executado. Já as receitas dos royalties dizem respeito aos valores efetivamente pagos à prefeitura, dentro do ano em exercício, e não, sobre as referências, já que os royalties são pagos pelas empresas petrolíferas, até 60 dias após a produção.

Sobre os números abaixo, ano a ano, desde 1994, é possível ver como as receitas dos últimos anos são gigantescas, quando comparadas aos primeiros anos destas duas décadas. Do total de R$ 11 bilhões de receita dos royalties dos últimos 20 anos, mais da metade (R$ 5,8 bilhões) foram pagas nos últimos 5 (cinco) anos.

Outra análise quase automática é verificar que do orçamento total projetado nas LOAs (de 1994-2013) no valor de R$ 15,9 bilhões, aproximadamente 70%, teve como receita os royalties do petróleo.

Diante destas e de muitas outras análises possíveis de serem feitas, não há como não nos perguntarmos, onde foi parar este dinheiro todo? Quem e quando se vai prestar contas destes bilionários recursos?

A população pode ter sido contemplada com um ou outro programa pontualmente, mas, será que a sua vida melhorou na mesma proporção que estas receitas? Ou será que a cidade ficou realmente rica e o povo permaneceu pobre, e mais que nunca, dependente?

Esta reflexão não pode ser encerrada, de forma alguma, seja com a validação da decisão do Congresso Nacional, seja com a sua suspensão, por uma decisão liminar, ou no mérito, por parte do Supremo Tribunal Federal (STF).

Assim como, uma Comissão da Verdade apura os atos de violência durante a ditadura militar, nós campistas clamamos por uma Comissão da Verdade para apurar onde foi parar o nosso dinheiro dos royalties. Sigamos em frente!


"As estatais não têm jeito..."


18/03/2013
 às 14:00 \ Política & Cia

Sardenberg: As estatais não têm jeito. Carregam o pecado mortal da politização — em detrimento da competência

Como uma estatal pode fracassar? (Foto: AE)
Os períodos em que a Petrobras andou bem não foi por ser uma estatal, mas apesar de ser uma estatal (Foto: Agência Estado)
Artigo publicado no Jornal O Globo
AS ESTATAIS NÃO TÊM JEITO
Na política brasileira, não há como garantir uma gestão eficiente das estatais – e sem falar de corrupção
Não é por nada, não, mas se a gente pensar seriamente na história recente da Petrobras, sem paixões e sem provocações, vai acabar caindo na hipótese maldita, a privatização.
A estatal teve bons momentos, colecionou êxitos, acumulou tecnologias e formou quadros. Mas, sempre que isso aconteceu, não foi porque se tratava de uma estatal. A companhia foi bem sempre que agiu como petrolífera, digamos, normal, quase independente.
Já quando foi mal, como vai hoje, a causa é evidente: a condição de estatal.
Radicalizando, poderia se dizer que, quando a Petrobras funciona, consegue isso apesar de ser estatal. Mas todos sabemos que há petrolíferas estatais muito bem-sucedidas pelo mundo afora.
Como também há outras simplesmente desastrosas, e, como a própria Petrobras alternou períodos positivos e negativos, a questão é: como uma estatal pode fracassar?
A resposta está diante de nossos olhos. Trata-se do pecado mortal da politização, que se manifesta de duas maneiras complementares: a nomeação de diretores e chefes não por sua competência e sua história na empresa, mas pela filiação política ou sindical; e a definição dos objetivos e meios da empresa não por análises econômicas, e sim pela vontade dos governantes e das forças políticas no poder.
Não é preciso pesquisar nada para se verificar que a Petrobras caiu nesses dois buracos nos governos Lula e Dilma. A disputa pelos diversos cargos da companhia tornou-se pública, com os partidos e grupos reclamando abertamente as posições de que se julgavam merecedores. Lula, em entrevista formal, contou o quanto interferiu no comando da estatal, levando-a a ampliar projetos de investimentos claramente incompatíveis com as possibilidades da empresa e as condições do mercado.
Foi a atual presidente da Petrobras, Graça Foster, quem admitiu o irrealismo daqueles planos. E também o ex-presidente da Agência Nacional de Petróleo Haroldo Lima reconheceu que a vontade de Lula prevaleceu sobre os argumentos técnicos na definição das regras para a exploração do pré-sal.
Ora, isso demonstra que a blindagem montada no governo FHC simplesmente não funcionou. Em 1997, por emenda constitucional, o monopólio do petróleo foi transferido da Petrobras para a União. A partir daí, a União passou a leiloar os direitos de exploração dos poços, abrindo a disputa para empresas privadas nacionais e estrangeiras. A Petrobras passou a competir no mercado.
Para garantir a despolitização, o governo estabeleceu regras de governança para a estatal e criou a tal Agência Nacional de Petróleo, órgão independente, administrado por diretores técnicos, com mandatos, encarregada de organizar e fiscalizar o setor de petróleo, gás e outros combustíveis.
Graça Foster tem feito alguma coisa para levar a companhia a uma atuação mais técnica. Mas são evidentes as suas limitações (Foto: Cristina Gallo / Ag. Senado)
Graça Foster tem feito alguma coisa para levar a companhia a uma atuação mais técnica. Mas são evidentes as suas limitações (Foto: Cristina Gallo / Agência Senado)
Parecia um bom arranjo. O presidente da República indicava os diretores das agências, mas respeitando critérios de conhecimento técnico e experiência, que seriam checados pelo Senado, responsável pela aprovação final dos indicados.
Isso não eliminava as decisões dos políticos eleitos pelo povo. Como acionista majoritário da Petrobras, por exemplo, o governo federal poderia determinar a estratégia da companhia no Conselho de Administração, como acontece em qualquer grande empresa. Mas a execução tinha de ser feita tecnicamente, mesmo porque a empresa havia perdido o monopólio e precisava competir.
O que aconteceu no governo Lula? O Senado, como faz nos outros casos, simplesmente tornou-se um carimbador de indicações para a diretoria da ANP, assim como para as demais agências reguladoras. Os partidos passaram a lotear abertamente esses cargos. No governo Dilma, o Senado negou uma única indicação, e por um péssimo motivo. Tratava-se de um quadro competente, mas os senadores da maioria queriam mandar um recado para a presidente, colocar um obstáculo para cobrar uma fatura.
Tudo considerado, o que temos? As regras de governança e o sistema de agências atrapalharam um pouco, deram mais trabalho aos governos Lula e Dilma, mas não impediram que se politizasse inteiramente a companhia e o setor.
A crise dos royalties é uma consequência disso. Também os cinco anos sem leilão de novos poços, o que atrasou a exploração do óleo. E isso levou o Brasil a ser cada vez mais dependente da importação de óleo e combustíveis, ao contrário do que dizia a propaganda oficial do governo Lula.
Sim, a nova presidente da Petrobras tem feito alguma coisa para levar a companhia a uma atuação mais técnica. Mas são evidentes as suas limitações.
O PSDB ataca a gestão petista na Petrobras e diz que, no governo, faria a “reestatização” da companhia. Ou seja, voltaria ao sistema da era FHC.
Nada garante que isso garantiria despolitização. Na verdade, a história recente prova o contrário: na política brasileira, não há como garantir uma gestão eficiente das estatais — e sem falar de corrupção.
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