¿Baltasar Garzón es el nuevo amor
de Kirchner?
Verónica Calderón/Madrid @Quien
Jueves 28 de febrero de 2013 a las 09:00
Crecen los rumores (y las apuestas) de un romance entre el juez y la presidenta de Argentina. Así como lo leen.
Baltasar Garzón, el juez español que consiguió imputar a Pinochet por delitos contra la humanidad, que persiguió a los torturadores de la dictadura argentina y que intentó hacer lo mismo en su país, España, con el legado del general Francisco Franco (solamente para toparse con pared), se ha establecido en Argentina desde su inhabilitación en 2012.
Su carrera en defensa de los derechos humanos le llevó a tener una especial simpatía con el gobierno argentino, que desde la presidencia del fallecido Néstor Kirchner ha hecho de la memoria histórica una de sus banderas. Por ello no sorprendió a muchos que desde su inhabilitación -ocasionada por haber ordenado grabaciones ilegales contra algunos de los acusados de la trama Gürtel, curiosamente uno de los escándalos de corrupción en la clase política que asola a España- Garzón decidiera exiliarse en el país sudamericano.
Pero cuentan también que el juez, "que siempre ha sido muy faldero", según comenta un experimentado periodista español experto en tribunales, tiene más razones para estar encantado con Argentina. De hecho, con una argentina: la viuda más famosa del país.
El amorío con Cristina Fernández de Kirchner no es el único que Garzón ha mantenido durante su estancia en ese país ("ha salido con una brasileña y con una colombiana", comenta la misma fuente), pero sí es "el más intenso". El encuentro de dos personalidades tan fuertes devino en pasión instantánea. Desde queGarzón fue invitado de honor en la toma de posesión de Fernández en diciembre de 2011, se ha convertido en un asistente frecuente a los eventos de la Presidencia. La propia presidenta le entregó su carnet de identidad argentino en noviembre pasado.
La pregunta que se hace todo el mundo es si el affair "va en serio". Es decir, si la pareja decidirá salir del armario heterosexual. Cada vez más voces apuestan a que sí.