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quinta-feira, 1 de setembro de 2011

¡Dame cable!

¡Dame cable!

Algo del aburrimiento de aquel 1983 se rompió con la visita de Oscar D´León y su presentación en el anfiteatro de Varadero. En medio del tedio, llegó a la Isla el Diablo de la Salsa, a descubrirnos con su voz a nuestros propios clásicos del son. Amén del grito de ¡siguaraya! que lanzó rememorando a la prohibida Celia Cruz, lo que más trascendió de su visita fue aquel pedido de “Dame cable” que repetía una y otra vez durante sus conciertos. Halaba el micrófono mientras le exigía al técnico de sonido “Dame cable, dame cable” para zambullirse en las multitudes que bailaban arrebatadas con su música. Al irse, nos dejó aquella frase que se convirtió en una metáfora para exigir libertad. “Dame cable”, decían los jovencitos cuando los padres les reclamaban que se cortaran las melenas o zafaran los apretados pantalones. “Dame cable”, l

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