Yoani Sánchez: “Trataron de desnudarme. Me resistí y lo pagué”
La colaboradora de EL PAÍS en Cuba relata las 30 horas que las autoridades le tuvieron detenida para impedirle seguir el juicio al político español Ángel Carromero
- Yoani Sánchez, liberada tras estar retenida 30 horas
- "Dicen que íbamos a boicotear e intentar echar a perder el juicio [al español Ángel Carromero]. Es mentira. Fue anunciado como un juicio abierto al público", cuenta por teléfono desde La Habana la colaboradora de EL PAÍS Yoani Sánchez, que ha sido liberada a última hora de la tarde del viernes (madrugada en España) tras 30 horas de detención.Las autoridades de la isla han esperado a que terminase la sesión contra el dirigente de Nuevas Generaciones del PP, juzgado por elaccidente de tráfico del pasado mes de julio en el que murieron los disidentes Oswaldo Payá y Harold Ceper, para poner en libertad a la periodista y bloguera cubana, retenida junto a su marido, el también periodista Reinaldo Escobar, y el bloguero Agustín López, cuando se dirigían a cubrir la noticia en la localidad de Bayamo.Yoani Sánchez y su esposo han sido trasladados de Bayamo, en la provincia de Granma, a unos 750 kilómetros al este de La Habana, hasta la capital de la isla en una caravana formada por el microbús en el que viajaba la pareja, patrullas policiales, jeeps del Ejército y agentes motorizados, según ha explicado la periodista a EL PAÍS. Agustín López se dirigía durante la noche del viernes a La Habana en otra caravana con el coche en el que viajaban los tres cuando fueron retenidos, a la entrada de la localidad de Bayamo."Un oficial paró el auto. Me llamó por mi nombre y apellidos. 'Usted ha venido para boicotear y echar a perder el juicio', me dijo". Ella lo negó y argumentó que el juicio era público. Varios agentes le quitaron el teléfono móvil y tres mujeres la metieron en una patrulla policial y la llevaron a un apartamento que funcionaba como comisaría, recuerda. Allí Sánchez asegura que las agentes la intentaron desnudar, pero que se negó. En el forcejeo se golpeó la cabeza contra el suelo, lo que le provocó algunos hematomas y la pérdida de un diente. "A partir de ahí empecé a dar una perorata sobre lo injusto de mi detención, preguntando cómo era posible que una ciudadana fuera arrestada sin cargos ni una orden de detención. Durante 3 horas y 20 minutos repetí la misma frase, hasta que perdí la voz: 'Exijo que se me deje hacer una llamada telefónica, es mi derecho". Lo consiguió horas después, pasada la una de la madrugada. "Un instructor me anunció que me iban a dejar hacer una llamada con la condición de no exagerar lo que había pasado. Le dije que yo no negociaba con represores", apunta.En huelga de hambre desde que fue detenida, Sánchez se puso a continuación en "huelga de palabra". Durmió en una sala que le recuerda a la que aparecía en las imágenes de la detención del joven político del Partido Popular. "Tengo la corazonada, por los muebles que vi, de que estuve en el mismo sitio en el que estuvo Ángel Carromero. He estado atenta a los detalles y, sin ellos saberlo, me han regalado la otra parte de la historia", ha explicado en conversación telefónica. Una vez en La Habana, más tranquila, matiza: "A mi esposo le dijeron que nos iban a procesar por delito de irrespeto a los héroes y mártires de la Revolución y las instituciones"."No quieren que me mueva de La Habana (…) no me voy a recluir en La Habana, ni en mi casa", ha avisado Sánchez. "Estamos a un paso de desapariciones, de torturas, de perder amigos. El gobierno de Raúl Castro no comprende que la gente quiere pluralidad”, se lamenta.Otra media docena de activistas de derechos humanos fueron detenidos el viernes en la zona de Bayamo, según Elizardo Sánchez, presidente de la ilegal Comisión Nacional de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. Sánchez cree que al menos uno, el bloguero Henry Constantin, permanece detenido.Blogueros oficialistas aseguraron en distintos medios digitales que las retenciones pretendían evitar un "show mediático" alrededor del juicio a Carromero. El proceso comenzó el viernes por la mañana y quedó visto para sentencia tras 11 horas de comparecencias, poco antes de la liberación de Sánchez y sus acompañantes. El juicio estuvo rodeado de importantes medidas de seguridad y controles policiales. Algunos periodistas pudieron presenciar el juicio, aunque desde una sala contigua y sin material de grabación."Acabamos de ser liberados!! 30 horas de arresto y muchas anecdotas que contar :-( " anunciaba la periodista a última hora de la tarde a través de la red social Twitter, y agregaba: "gracias a todos los que levantaron su voz y sus tweets para que lograramos regresar a casa".
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